MARCONI, GUGLIELMO

(1875 - 1937)

MARCONI, GUGLIELMO

Ingeniero electricista e inventor italiano nacido en Bolonia. Fue el sabio que hizo «hablar al éter».

La suya, la primera voz humana que fue transmitida por las ondas etéreas. Guillermo fue el tercer hijo del matrimonio de Guiseppe Marconi, italiano y de su segunda esposa, la irlandesa Ann Jameson. Tenía ocho años y ya su principal deseo era estarse en la biblioteca de su padre. Y cuando no, construyendo aparatos que conectaba a la corriente eléctrica con los consiguientes cortocircuitos. Por intervención de su madre el profesor de física Vicente Rosa, comenzó a dar clases a Guillermo.

En el somero examen que el profesor hizo a su nuevo alumno, se percató de sus conocimientos, increíbles para un muchacho de tan cortos años. Los Marconi eran adinerados, pero todavía la incredulidad del padre no le permitía poner su fortuna en la explotación de los aparatos creados por su hijo.

En el año 1895 y ante la prueba que en la montaña, al aire libre, realizó el inventor, el padre se rindió a la evidencia. Se quedó él y se quedaron todos con la boca abierta cuando presenciaron el «milagro científico», en el que siempre creyó Guillermo Marconi.

A un kilómetro de distancia, Marconi emitió señales, que su hermano Alfonso recogió haciendo señas con un pañuelo, de que las percepciones eran clarísimas.

Desde entonces pasó Guillermo a ser «el genio de la familia», como en breve lo sería de su época también.

El insigne físico tenía 22 años cuando transmitió la S del alfabeto Morse a su hermano Alfonso. El gobierno italiano, a quien el inventor había ofrecido su patente, no se interesó por la experiencia.

Entonces, sin perder el ánimo, Marconi y su madre se marcharon a Londres. En 1897 el éxito fue rotundo, pues la demostración cubrió cuatro kilómetros de distancia. Muchos países enviaron representantes y pocos meses después un grupo de financieros políticos fundó la «Marconis Wireless Telegraph and Signal Company». A su padre, un banco de Milán le ofreció por el invento medio millón de liras.

El inventor rechazó la oferta, recordando el desdén con que Italia en 1896 le había tratado. Las primeras instalaciones de la T.S.H. fueron establecidas en Bristol (Inglaterra).

El 14 de mayo de 1897, establece una lograda comunicación telegráfica inalámbrica entre las poblaciones de Lavernock Point y la isla Flatholm, en el canal de Bristol y que se hallan entre sí separadas por unos cinco kilómetros.

En 1998 se transmitieron por T.S.H. las regatas de Kingstown y al año siguiente Francia e Inglaterra se unen telegráficamente.

Año 1902: Marconi, desde la estación Glace Bay (Nueva Escocia), envía el primer mensaje entre Canadá e Gran Bretaña y en 1903 el primero entre Gran Bretaña y Estados Unidos.

El año de 1909 fue el cenit de la gloria histórica de Marconi, ya que durante su transcurso la real Academia Sueca otorgó a Guillermo Marconi Jameson el Premio Nobel de Física «Como reconocimiento por los méritos contraidos en el desarrollo de la telegrafía sin hilos». A Marconi se le deben otros muchos inventos y perfeccionamientos de la TSH, y sin duda su obra es la mayor contribución al desarrollo de la radio.

Entre los principales inventos y realizaciones figuran: la sintonización del aparato receptor con el transmisor a la misma frecuencia de oscilación (1899), el detector magnético (1902), la antena directriz (1905), el oscilador giratorio, el «time spark system» para la generación de ondas continuas (1912), el «beam system» o redes directivas, los aparatos de microondas (con los que en 1932 cubrió la distancia de 270 kilómetros) y muchos más.

Guglielmo Marconi falleció en Roma, Italia, el 20 de julio de 1937.

ESTACION DE RADIO DE GUGLIELMO MARCONI